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Al principio.... solo éramos hombres desprotegidos, cobijados por la ignorancia y el hambre, caminábamos por encima de la incertidumbre, buscábamos seguridad entre palos y piedras, no teníamos concepción del tiempo, nuestra mirada se dirigida al cielo, el instinto fue nuestra salvación,  el astro sol nuestro guía, jugábamos a explorar el mar, los ríos, los desiertos y la selva. poco a poco nos creímos dueños de toda la naturaleza. Se nos olvidó que no teníamos nada y nada nos podremos llevar. Caminos en la codicia y la ceguera mental, nos alejamos del espíritu, inventamos nuestros propios dioses, el dinero, el alcohol, la drogas. fuimos creando mentiras, cada vez más estructuradas, como la idea de que todo tiene precio y ese precio es tener dinero. Nos absorbe la rutina, nos aburre la cotidianidad, la gente que nos rodea ya no nos interesa, solo son un instrumento más para alimentar nuestro ego, donde terminaremos si olvidamos los palos, las piedras y el fuego, donde terminaremos si el sol y la luna ya no son nuestro guías, donde terminaremos si perdimos la fe por el conocimiento y nuestro instinto de supervivencia.

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El Caucho Gigante que Cayó como Una Tonelada de Acero

Es impresionante como partiendo de un árbol de caucho caído en el parque Bolívar por la tempestad más potente durante el 2002 en la ciudad de Medellin, se empiezan a tejer historias que cobran relevancia, personajes, la descripcion de los lugares, nos hacen vivir la historia a primera vista, ese tratamiento del lenguaje tan sensible que nos despiertan sensaciones magnificas y nos dejan un sabor, un recuerdo, una imagen, una frase, que se queda en nuestro inconsciente como parte de algo que nos gusta, un mismo suceso desde diferentes puntos de vista, a veces complementarios a veces contradictorios hacen de esta crónica algo difícil de olvidar. (Ricardo Juajinoy Castro) Juan Miguel Villegas Jiménez Nombre: árbol caído Ocupación oficios varios La hoja de Medellín
Tejiendo recuerdos en noches rodeadas de insomnio basta mas que, recordar lo que no se quiere para que el sueño mas profundo se esfume en segundos e instantes retratados como fotografías. Un frío sepulcral invaden mis entrañas, intento no pensar, estoy aturdido, sonidos futuristas retumban a lo lejos, mil pesadillas recorren mis sueños, tomó del vino el valor que rápidamente recorre mi garganta, cuando el vino entra sale la razón, reflexiono sobre está vida como una constante lucha de diversos escenarios, esta es la prueba ponernos a prueba constante mente para recordarnos de que estamos hechos, quizá para que confiemos más en nosotros mismos artífices de nuestra realidad.