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Tengo una necesidad personal de no recorrer caminos ya andados, de no mirar hacia atrás, (para bien o para mal, porque no hay camino, se hace al andar), de no seguir fórmulas porque la creación no tiene nada que ver el éxito, me inquieta el innovar, hacer las cosas a mi  manera, no por capricho ni vanidad. Porque me nacen y punto. Porque hay verdaderos motivos, razones y vivencias detrás. Caemos del amor y la euforia, al abandono a la desesperación. De ahí: a la entrega total y a la perdición. Y de lo más profundo del pozo de los dolores: a la muerte y la redención. Un mundo mejor, no sólo es posible, sino necesario.

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El Caucho Gigante que Cayó como Una Tonelada de Acero

Es impresionante como partiendo de un árbol de caucho caído en el parque Bolívar por la tempestad más potente durante el 2002 en la ciudad de Medellin, se empiezan a tejer historias que cobran relevancia, personajes, la descripcion de los lugares, nos hacen vivir la historia a primera vista, ese tratamiento del lenguaje tan sensible que nos despiertan sensaciones magnificas y nos dejan un sabor, un recuerdo, una imagen, una frase, que se queda en nuestro inconsciente como parte de algo que nos gusta, un mismo suceso desde diferentes puntos de vista, a veces complementarios a veces contradictorios hacen de esta crónica algo difícil de olvidar. (Ricardo Juajinoy Castro) Juan Miguel Villegas Jiménez Nombre: árbol caído Ocupación oficios varios La hoja de Medellín
Tejiendo recuerdos en noches rodeadas de insomnio basta mas que, recordar lo que no se quiere para que el sueño mas profundo se esfume en segundos e instantes retratados como fotografías. Un frío sepulcral invaden mis entrañas, intento no pensar, estoy aturdido, sonidos futuristas retumban a lo lejos, mil pesadillas recorren mis sueños, tomó del vino el valor que rápidamente recorre mi garganta, cuando el vino entra sale la razón, reflexiono sobre está vida como una constante lucha de diversos escenarios, esta es la prueba ponernos a prueba constante mente para recordarnos de que estamos hechos, quizá para que confiemos más en nosotros mismos artífices de nuestra realidad.